viernes, 1 de marzo de 2013


La Evaluación docente

La atracción y la selección de un profesorado competente se ha convertido en una preocupación para la mayoría de los países de nuestro entorno más cercano (la Unión Europea), y la formación docente, en una prioridad que influye sobre las políticas educativas a nivel internacional.

Parece ser que todos los países están de acuerdo en que la calidad del profesorado y de su enseñanza es un factor que determina la calidad de los Sistemas Educativos. Pero para garantizar la competencia docente, resulta necesario, primero, diseñar e implementar sistemas de evaluación docente comprensivos, y no ofensivos; o lo que es lo mismo: evaluaciones orientadas a la mejora de la enseñanza y al desarrollo profesional continuo de los docentes, y no sólo a la rendición de cuentas.

Tradicionalmente, el (ab)uso (que no uso) de la Evaluación, ha generado enormes resistencias a la misma por parte de docentes de todo el mundo; y de esos errores del pasado (de los que quedan algunos resquicios), son de los que todavía se adolecen los actuales Sistemas Educativos y los que han llevado a que la evaluación se encuentre en el "punto de mira".

La evaluación docente es un tema que despierta grandes controversias y que suscita ingentes discusiones en torno, principalmente, al "para qué" de la misma. Es decir, al uso que se ha de hacer con la información que ésta proporciona.

Muchos países, conscientes de que la evaluación es el único instrumento capaz de proporcionar información válida, fiable y útil, para poder emitir juicios de valor fundamentados y tomar decisiones de cambio pertinentes con respecto a la formación del profesorado, han comenzado a superar esa visión simplista de la evaluación (orientada a la mera rendición de cuentas del profesorado: "accountability"), a través del diseño de sistemas de evaluación holísticos, donde se evalúa no sólo al profesorado sino también a los estudiantes, a los directores, a los centros educativos (incluidos los padres) y al sistema educativo en general, y cuyos resultados son utilizados para la mejora educativa.

Un ejemplo sobre algunas iniciativas políticas innovadoras y prácticas exitosas en torno a la evaluación, se pueden conocer a través del último estudio que acaba de publicar la OCDE en Febrero de 2013:  Teachers for the 21st Century: Using Evaluation to Improve Teaching.

miércoles, 27 de febrero de 2013


El profesorado importa, e importa mucho.

Hace unos años, en 2005, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicaba una investigación de enorme repercusión política y social: Teachers matter: attracting developing and retaining effective teachers.

En ella se recogían afirmaciones como la siguiente:

"Un volumen considerable de investigación indica que la calidad del profesorado y de su enseñanza es el factor más importante para explicar los resultados de los alumnos. Existen también considerables evidencias de que los profesores varían en su eficacia. Las diferencias entre los resultados de los alumnos a veces son mayores dentro de la propia escuela que entre escuelas. La enseñanza es un trabajo exigente, y no es posible para cualquiera ser un profesor eficaz y mantener esa eficacia a lo largo del tiempo". (OCDE, 2005:12)                                                                                                                         
A partir de ese momento, numerosas investigaciones avalan que la existencia de un profesorado de calidad es condición sine qua non para mejorar la calidad de los Sistemas Educativos.